21 diciembre, 2010
Cuando pensamos en A Coruña y en Galicia a muchos se nos viene a la cabeza buen pescado y marisco, playas de aguas frías, frondosos bosques, prados con sus vacas y mucha lluvia. Sin quitar que esas cosas las podamos vivir en Galicia, y en concreto en A Coruña y toda su área, As Mariñas, allí hay mucho más. Conocer cuanto más nos espera es nuestro objetivo: pasar un fin de semana ideal en As Mariñas.
Para los que venimos de fuera lo más fácil es llegar a través del Aeropuerto de A Coruña, a 8 kilómetros del centro de la ciudad, desde cualquiera de las ciudades con las que conecta en España.
Lo ideal es llegar el viernes por la tarde para aprovechar a fondo el fin de semana y disponer de algunas horas de luz con las que empezar a saborear la ciudad. Nuestra elección para esta toma de contacto sería tomar el tranvía turístico, que nos lleva desde la playa de Riazor hasta la imprescindible Torre de Hércules. Con la ruta tendremos una buena panorámica de la bahía coruñesa, de su playa más famosa y de su símbolo monumental, recientemente declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Después del paseo, nada mejor que dejarnos ver por las calles del centro histórico, donde encontraremos bares y restaurantes de pinchos clásicos y raciones típicas gallegas donde recuperar fuerzas antes de ir a descansar.
El sábado lo dedicaremos a hacer un recorrido histórico por As Mariñas, y que mejor manera de hacerlo que aprovechando la ruta del Camino Inglés, el camino de los peregrinos nórdicos, que llegaban por mar hasta Ferrol o A Coruña para alcanzar Santiago de Compostela. Saliendo hacia el sur llegamos a Culleredo, donde se asentaron los Templarios para proteger a los peregrinos que hacían este camino. Aquí encontraremos la iglesia románica de Santa María del Temple y el puente de O Burgo. Nuestra segunda etapa en el camino es Cambre donde no nos podremos perder la iglesia de Santa María de Cambre, en cuyo interior existe una vasija que cuenta la tradición que es una de las que usó Jesús en las bodas de Caná para convertir el agua en vino ¿conservará la vasija ese poder?
La tarde y el final del día se lo dedicamos a Betanzos. La que fuera capital de la provincia en tiempos de los Reyes Católicos alberga entre sus calles joyas como las iglesias de San Francisco y de Santa María de Azogue. La población rebosa historia y por eso su casco histórico es conjunto histórico-artístico.
La última jornada bien merece ser dedicada a conocer los rincones naturales que hay en As Mariñas. Aprovechando la cercanía a la Ría de Betanzos, visitaremos la playa de Gandarío para pasear por su fina arena y mojar nuestros pies en el Atlántico. Ya de regreso en dirección a A Coruña, pasaremos por Santa Cruz de Oleiros, para echar un vistazo al fenomenal castillo que se encuentra en el islote frente a la ciudad, y parar unos minutos a disfrutar por última vez de la penetrante brisa marina en la playa de Santa Cristina.
Emprendemos la vuelta a casa con la sensación de haber descubierto algunos de los muchos secretos que As Mariñas guarda para cualquiera que la visita, pero con la certeza de que aún guarda mucho más para futuros viajes. Esperemos que sean muy pronto.
Fotos | Moncho Piñeiro, Jose Luis Cernadas
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